«Palabras malsonantes», por CHARLES SIMIC

magia

«La primera satisfacción inolvidable que me dio el lenguaje fue el descubrimiento de las «palabras malsonantes». Debía de tener tres o cuatro años y escuché por casualidad cómo mi madre y otra mujer utilizaban la palabra «coño». Cuando la repetí a solas, cuando la pronuncié en voz alta para que todo el mundo pudiera oírla y admirarla, mi madre me dio un bofetón y me dijo que no volviera a pronunciarla jamás. Ajá, pensé, ¡hay palabras tan deliciosas que ni siquiera se pueden decir en alto!»

 

Del libro de memorias de Simic, «Una mosca en la sopa».

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